500 personas compartieron con el Cormorán Rugby Club su primer Torneo de Escuelas en Santander el pasado domingo día 9 de junio
Con equipos invitados de Palencia, Burgos y Cantabria y la lluvia acompañando la mayor parte de la jornada, las escuelas disfrutaron de buen rugby y una buena comida de puchero para todos los asistentes.
Con el broche final en forma de trofeo, cada equipo participante en el I Torneo de Escuelas del Cormorán Rugby Club se ha despedido con el deseo de que este primer torneo sea el primero de muchos y portando un reconocimiento por su presencia y esfuerzo.
Los deportistas participantes, niños y niñas con edades inferiores a 12 años que están cerrando temporada tras la formación recibida en cada uno de sus clubes, han podido profundizar en este encuentro sobre las técnicas del mejor juego en su categoría y disfrutar del intercambio con amigos y compañeros conocidos de otros torneos.
Los clubes participantes han sido:
- Palencia Rugby Club
- Rugby Aparejadores Burgos
- Camargo Rugby Club
- Sotileza Rugby Club
- Campoo Rugby Club
- Balleneros Rugby Club
- Miengo Rugby Club
- Unión Rugby Besaya
- Cormorán Rugby Club
Para este aprendizaje logrado durante la jornada, ha sido clave la función educativa ejercida por los árbitros presentes: Ignacio Marquínez Carrión, Antonio María Ruiz Martínez, Raúl Navarros Correa y Marta Díez Setién.
Para los jóvenes deportistas que practican rugby, concentraciones como esta permiten comprobar el grado de aplicación de los valores del rugby desde las categorías base: integridad, pasión, solidaridad, disciplina y respeto.
Para la Escuela del Cormorán Rugby Club, los preparativos previos han resultado laboriosos, pero han merecido la pena.

La lluvia solo logró aumentar las sensaciones de los deportistas y disfrutar aún más plenamente del tercer tiempo caliente que les esperaba durante la mañana.
El Servicio Técnico Oficial Saunier Duval en Cantabria ha deseado facilitar a todos los deportistas participantes una mochila de campo que les acompañará en recuerdo del buen día vivido.

Esperamos que los futuros torneos de escuela permitan a los pequeños deportistas aprender más de rugby, conocer y reencontrarse con amigos de muchos sitios y disfrutar de los preparativos de cada anfitrión para que se sientan como en casa. La generosidad es un rasgo característico de las escuelas de rugby y, para los jóvenes y niños que la disfrutan, es una lección que no deja indiferente a nadie.
Gracias al esfuerzo del club, de los responsables de la escuela y de las propias familias que lo forman, todos han podido aprovechar el día y disfrutarlo.
¡Seguimos aprendiendo, siempre avanzando! ¡Nos vemos en la melé, jugadores!
